Así empezó todo

UN POCO DE HISTORIA

Kaskazuri abrió sus puertas en el Paseo de Salamanca en 2005. Pero no fue allí donde empezó a dar comidas a sus primeros clientes. El callejón de Arroka nº 6, en Amara Viejo, allí fue dónde Elías Argote, hostelero con una larga trayectoria que comenzó a los dieciséis años en el restaurante Gurutze Berri, puso en marcha la idea a la que llevaba tiempo dando vueltas. Un restaurante cuyo esfuerzo iba en gran parte dirigido a ofrecer un menú diario elaborado con producto fresco y materia prima de calidad pero con precio ajustado. El antiguo mercado de San Martín era su proveedor principal, a dónde iba en persona para seleccionar y comprar los productos con los que se prepararía el menú de ese mismo día. Gracias a la buena acogida que tuvo este pequeño restaurante decidió dar un paso más, escalar el negocio y trasladarlo a un local nuevo, más grande y con mejores vistas que las que tenía aquel semisótano de piedra en una casa centenaria. Así fue como Kaskazuri se mudó al Paseo Salamanca. Una nueva casa, nuevo equipo pero misma filosofía.

Kaskazuri amara viejo

Antton Otaegi

EL CHEF DE LA CASA

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Tenía 18 años y acababa de comenzar la carrera de ingeniero agrónomo cuando tuvo su primer contacto con la hostelería. Los fines de semana ayudaba en el comedor a Elías Argote, quien entonces regentaba Kaskazuri. Fueron 2 años de continuo aprendizaje, que le sirvieron para conocer, de la mano de un maestro, los entresijos de un restaurante. Se fue para aprovechar otra oportunidad que le brindaron en la capital Navarra, dónde residía por sus estudios. El Merca’o fue el restaurante dónde siguió trabajando y aprendiendo cada vez más acerca del servicio en un comedor. Llegó un momento en que tuvo claro que ese era el camino profesional que quería seguir. Volvió a Donosti para formarse e ingresó en la prestigiosa escuela de cocina de Luis Irizar. Tras terminar los estudios empezó a poner en práctica lo aprendido en un lugar que conocía bien, Kaskazuri de nuevo le dio la oportunidad para dar sus primeros pasos pero esta vez como profesional de la cocina. El trabajo duro y la ilusión por la cocina consiguieron que las oportunidades para experimentar y ampliar conocimientos en otros restaurantes no tardasen en llegar. Primero en Atari gastroteka, lugar de visita obligada en la parte vieja Donostiarra y después un restaurante distinguido con una estrella Michelín, el Molino de Urdániz, le abrió también sus puertas. Una etapa que le permitió desarrollar sus habilidades culinarias para llegar a la cocina de alto nivel. Allí fue dónde le propusieron un importante reto profesional, liderar un equipo de cocina para preparar la apertura de un nuevo Molino de Urdaniz en Shanghai. Reto que culminó con éxito y lo empujó a plantearse otro reto aún más significativo, regentar su propio negocio. El destino quiso que volviese a su punto de partida para que Elías Argote cediera la dirección de Kaskazuri a Antton Otaegi. Su objetivo, seguir dando pasos y hacer evolucionar a Kaskazuri para que siga siendo uno de los lugares de referencia para donostiarras y todos sus visitantes.

Ubicado frente al mar, al comienzo del Paseo Nuevo. Con grandes ventanales que dejan entrar la luz y el azul del mar en su interior.